Todos los negocios tienen riesgos asociados, y es importante gestionarlos adecuadamente identificando qué podría salir mal y qué hacer en cada caso. Una de las formas de abordar esto, es a través de un plan de mitigación de riesgos. ¿Quieres conocer sus beneficios? Aquí te lo contaremos.
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¿Qué es un plan de mitigación de riesgos?
Un Plan de Mitigación de Riesgos es una herramienta que permite a las empresas limitar el impacto de las amenazas operativas en los resultados de la empresa.
Es importante destacar que, como su nombre lo indica, un Plan de Mitigación de Riesgos no es una estrategia de planificación para eliminar completamente las amenazas, sino que, poniendo en práctica la mitigación, se puede reconocer que ciertos riesgos siempre formarán parte de la gestión de un negocio y se busca limitar el impacto financiero negativo de estos riesgos a través de diferentes acciones y estrategias.
Beneficios de contar con un plan de mitigación de riesgos
Un plan de mitigación de riesgos ofrece beneficios como:
- Flexibilidad para adaptar el negocio a las nuevas necesidades y no perder oportunidades frente a los riesgos del mercado.
- Identificar mercados potenciales.
- Anticiparse a través de acciones preventivas, optimizar esfuerzos y aprovechar los cambios, y no esperar a la materialización del riesgo.
- Corregir prácticas que resulten poco óptimas o presenten fallas.
- Evaluar las relaciones con socios, empleados, proveedores y la comunidad para proporcionar mayor seguridad.
- Fortalecer el compromiso de todos los integrantes de la organización.
- Proteger las operaciones y la información.
Estrategias de mitigación de Riesgos
Estas estrategias de mitigación de riesgos se utilizan para identificar, analizar, evaluar y gestionar los riesgos y sus consecuencias:
- Aceptar los riesgos: la aceptación del riesgo implica la identificación de posibles amenazas para luego evaluar si las consecuencias de dichos riesgos son manejables. La aplicación de esta estrategia no busca evitar o reducir las amenazas, sino que trata de aumentar la conciencia de los riesgos que no pueden evitarse.
- Evitar los riesgos: Esta estrategia comienza con la identificación de los riesgos asumidos y aceptados e implica la lluvia de ideas para evitarlos. Las medidas que se adoptan en esta estrategia incluyen la planificación de riesgos para tener una imagen más clara de los pasos más adecuados para prevenir resultados negativos.
- Controlar riesgos: Al mitigar los diferentes riesgos dentro de un proyecto, el equipo puede implementar una estrategia para mantener el control. Para lograr esto, se evalúan los riesgos identificados y se toman medidas para reducir o prevenir el impacto negativo potencial. Esto no se trata de evitar o aceptar completamente los riesgos, sino que se centra en las consecuencias y en cómo manejarlos.
- Transferir riesgos: Esta estrategia de mitigación de riesgos busca tomar medidas para gestionar aquellos riesgos inevitables, y en pocas palabras, funciona transfiriendo el impacto de las consecuencias a otra parte. La transferencia de riesgos se puede lograr mediante la contratación de un seguro, donde la organización paga una prima que buscará proteger a la empresa de pérdidas más significativas en el futuro.
- Monitorear riesgos: Las operaciones y actividades de monitoreo de amenazas y sus respectivas consecuencias implican evaluar toda evolución que pueda afectar el impacto del riesgo. Evaluar el rendimiento del proyecto u operación de esta forma, permite obtener una respuesta en tiempo real para la mitigación de riesgos, y requiere conciencia de la forma en que cada cambio puede afectar la probabilidad de que se produzcan riesgos potenciales.
Cuando una organización comprende los problemas con más probabilidad de surgir en diferentes capacidades operativas, se pueden aplicar diferentes medidas para reducir el impacto de estos problemas en clientes, empleados, procesos y resultados finales. De esta forma, la planificación estratégica garantiza que las empresas puedan tener confianza en reducir el impacto de una serie de riesgos, limitando las pérdidas que se podrían experimentar como resultado.
Conclusión
La mitigación de riesgos es parte fundamental de un plan de gestión, pero además debe convertirse en una forma de trabajo. Los beneficios del plan de mitigación de riesgos se basan en la capacidad de paliar, suavizar o atenuar, investigando todos los factores de riesgo que pueden afectar el negocio, ya sean positivos o negativos.
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